CAUSAS COMUNES DEL INSOMNIO Y COMO CURARLAS


¿Te cuesta trabajo dormir – y has perdido la esperanza de que esto mejore?
Tal vez en lugar de contar ovejas para distraerte, te halles contando hace cuántas semanas dormiste bien por última vez.

La mayoría de las personas que experimentan problemas para dormir son afectadas por algunos elementos comunes que trastornan su sueño. La buena noticia es que cada uno de dichos elementos puede combatirse con pasos simples que mejorarán la calidad de tu sueño de inmediato.

Estas son las 5 causas más comunes del insomnio y cómo combatirlas.

1. Distracciones en el ambiente.
Tu dormitorio debe ser el reinado de tu sueño (y del sexo). No es lugar para computadoras o televisión, lo que puede llevarte a asociar tu dormitorio con actividades estimulantes.

Además de estar libre de distracciones electrónicas, el ambiente ideal para dormir es oscuro, fresco, y silencioso. Usa cortinas gruesas para oscurecer la habitación tanto como sea posible. Mantén la temperatura un poco fresca, y usa tapones para los oídos o pon “ruido blanco” (por ejemplo un ventilador o aire acondicionado) para bloquear sonidos no deseados.

2. Muy poco ejercicio – o ejercitarte cerca de la hora de dormir.
Nuestros cuerpos requieren una cantidad moderada de ejercicio, ser completamente apático puede ocasionar insomnio. Una dosis diaria de ejercicio aeróbico ayuda a inducir una fatiga placentera que propicia el sueño.
Pero ten cuidado: haz tu ejercicio temprano. Existe evidencia que indica que ejercitarte a menos de 3 horas antes de la hora de dormir puede afectar el sueño debido a la secreción de sustancias químicas en el cerebro.

3. La interferencia del alcohol

Si has considerado tomar una copita nocturna para ayudarte a dormir, piensa de nuevo.

El alcohol es un sedante, pero los estudios muestran que el alcohol tiende a perturbar el segundo ciclo del sueño, provocando que despiertes atontado o aturdido.  

Cualquier estimulante que tomes al día siguiente para reanimarte, solo logrará hacer tanto o más difícil dormir cuando llegue la hora de nuevo – un patrón que se hace más difícil de vencer conforme más dura.

4. Algo que comiste o bebiste.
 El consumo de proteínas pesadas cerca del anochecer puede sobrecargar tu sistema digestivo, afectando la capacidad de tu cuerpo para dormir. Considera la posibilidad de tomar una cena ligera y hacer de tu desayuno el alimento más sustancial del día.

No es sorprendente que beber demasiado refresco con cafeína, o demasiadas tazas de café, también puede alterar tu ciclo de sueño.

5. Preocupación, alias  la “Mente del Mono”

La preocupación es el roba-sueño más insidioso de todos. La “mente del mono” describe esa sensación frenética de que tu mente está fuera de control, brincando de una preocupación a la otra. El estrés por la familia, por el dinero o el trabajo da vueltas sin parar dentro de tu mente, sin solución.

El resultado es una mente desenfrenada que no te deja descansar, sin importar cuánto proteste tu agotado cuerpo.

Por supuesto, no es nuestra preocupación lo que soluciona los problemas. Y no hay mucho que puedas hacer para cambiar una situación preocupante a la media noche  o a las 4 de la mañana.

La mejor solución para dormir es una que se ocupe al mismo tiempo de tu mente hiperactiva y la necesidad de tu cuerpo de relajarse y tranquilizarse.